La niebla
siempre nos alcanza
si entre los retratos
hallo la almohada
la lágrima, el tacto
de una sonrisa apagada
El sol, siempre proclama
optimismo, desacato
suerte y esperanza
sin embargo, la niebla
siempre nos alcanza.
Y si entre los retazos,
de aquel amor que acaba
solo encontramos armarios
y no encontramos palabras
siempre, la niebla nos alcanza.
Si no nos alzamos
levantamos la persiana
rompemos el horario
de sentir cada mañana
De perder el tiempo llamando
a quien no espera tu llamada
de no encontrar consuelo
solo puertas cerradas…
Si nos rendimos
y no avanzamos
y si perdimos
aquella batalla
la guerra y la nada
estará triunfada
si nos rendimos
la niebla nos alcanza.
Si no nos sublevamos
contra el despido, la desesperanza
el dolor, el aullido y la llama
si no nos sublevamos
la niebla nos alcanza
Si lloramos y sentimos
que sea por una esperanza
no por lo perdido, pues
perdido, no se reclama
el amor, el dinero o los motivos
que perdieron en un campo de batalla
La sangre, el sudor o las lágrimas
de este espacio perdido
entre las llamas de un muerto y vivo
de una vida atrasada
aplastada entre los blindados
tanques de la muerta esperanza
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